Las subvenciones al carbón han sobrevolado estos días la cumbre del clima, en la que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, defendió una transición ecológica justa con el menor impacto posible en las zonas mineras afectadas, como la de Andorra. Perfecto, pero todo esto ocurrió en Polonia, donde el 80% del mix energético se basa en el carbón, un mineral fuertemente subvencionado a pesar de que ese país también pertenece a la UE. Y Europa apuesta por la descarbonización completa de la economía de cara al año 2050, con un objetivo del 100% de energías renovables. El camino que está haciendo España. Todos los países deberían ir en la misma línea y, por supuesto, marcando la transición.