Está por España Raffaella Carrá, esa italiana incombustible, que forma parte de la iconografía de todos los españoles, cuando cantó que había que salir del armario y viajar hacia el Sur para encontrar el amor. Estuvo la estrella (todos la llaman así, y en realidad lo es y desde hace décadas) con Pablo Motos y pese a su edad le regaló algunas lecciones de cómo se conduce un programa.

Alberto Cortez también reaparece en lo de María Teresa Campos, Qué tiempo tan feliz, para contarnos que a sus 75 sigue viajando y cantando: "Me esperan Miami, Puerto Rico, Madrid-" Todo ello me parece un milagro. Yo calculo que este argentino que llegó a Madrid con 22 años habrá acumulado un pequeño tesoro, y no necesitará recurrir a los escenarios para comer cada día; así que hemos de convenir en que lo hace por puro deleite. Lo mismo que Raffaella, que debe ser la mujer más rica de Italia.

Me pareció muy gracioso que participara en un concurso en El Hormiguero (Antena 3) para regalar un coche, a través de una llamada de teléfono. Nadie supo responder con la frase "Hola, Raffaella"; en realidad, un par de personas colgaron sin más. La Carrá le propuso a Pablo volver a llamar a alguien que no supo responder, para indicarle que había perdido un auto. Sonaba vengativo, incluso un poco macarra. Pero lo hizo la italiana ante el estupor de Motos, un poco disminuido frente a esta mujer inagotable. Son las tablas, algo que no tiene que ver con el guion. El talento también. Y la vitalidad.