Las carreteras españolas en general no son nada seguras. Es más, muchas de ellas ofrecen una situación de "alto riesgo", según la calificación que hace una autoridad en la materia, el presidente de la Asociación Española de la Carretera. Un importante golpe de timón en la conservación del firme y la señalización, y 3.600 millones de euros pueden reconducir la situación que, hoy por hoy, es catastrófica en prácticamente todas las comunidades autónomas. Las carreteras aragonesas no dan la nota en este interesante estudio, ni en positivo ni en negativo, y pese a todo harían falta 287 millones de euros (unos 48.000 millones de pesetas) para lo que se considera un mantenimiento correcto de las vías. Los analistas dan mucha importancia a la señalización vertical, y en este apartado las carreteras aragonesas dan una de cal y otra de arena: aprueban en la red estatal y suspenden en la autonómica. La DGA debe tomar buena nota.