Luis S. Cebolla

Zaragoza--

CORONAVIRUS

Hola, yayo soy tu nieto Iván, quiero escribirte esta carta porque mi conciencia me corroe por dentro y siento la necesidad de decirte que lo siento, que hice mal en irme de botellón con mis amigos, y no fui consciente de que al vivir tú con nosotros, eras una persona de riesgo por este virus tan silenciosamente traicionero. Leerás esto desde arriba y a punto he estado de mandártelo a tu WhatsApp que aún conservo, porque me siento apenado y responsable de haberte contagiado y de que hayas fallecido tan rápido por mi culpa a tus 73 años, cuando aún te quedaba mucha vida por delante. Me quedo con los buenos recuerdos juntos, con las veces que me has llevado y recogido del colegio, cuando me acompañabas a los entrenamientos de fútbol, con los fines de semana en el pueblo y el olor a esas barbacoas tan deliciosas que preparabas, y por supuesto no olvidaré quien me enseñó a nadar y a leer las estrellas del cielo por la noche. Perdona abuelo, sin querer he podido ser tu verdugo por mi poca cabeza, ojalá que esta carta sirva para hacer reflexionar a gente joven de mi edad, de que esto es muy serio y puede ser muy triste si te toca de cerca como a mí. Un beso de tu nieto Iván.

Queridos lectores esta carta es inventada, pero podría haber sido muy real. Actuemos con responsabilidad por el bien de todos.