Una tromba de apoyos a Puerto Venecia-Ikea se ha desatado en Zaragoza. Personas, asociaciones, sindicatos...¿será el champán?, ¿será el guaraná?, ¿serán las tres horas de cocción?. Yo disiento. Aeropuerto Venecia-Ikea no salvarán ningún barrio ni ninguna ciudad. Una ciudad dispersa, que cada vez fomenta más el uso del coche. Un ocio teledirigido hacia el consumismo --tanto tienes, tanto vales... buena educación para nuestros hijos--. Otro ataque más al pequeño comercio, un apoyo más a una multinacional en detrimento de otras empresas del mueble. Primero acaban con la competencia y luego suben los precios y bajan las calidades. Promesas de miles de puestos de trabajo...¿alguien se cree realmente que se crearán 3.000?, ¿ya no recordamos las promesas de las otras grandes superficies?, luego pocos y precarios. Unas calles vacías, sin gente en las plazas, barrios cruzados por autovías. Unos sitios que nos venden como públicos cuando son privados. Donde mandan los dueños de las grandes superficies y se hace lo que ellos permiten y les interesa. Nos empujan a un modelo de ciudad que no es el de los vecinos y las vecinas, es el modelo de las multinacionales. Otro mundo es posible...pero Puerto Venecia-Ikea no forman parte de él. Eso, desde luego. --Adolfo Allué. (Zaragoza)M