Tras el documento emitido por la Conferencia Episcopal acerca de la familia que parece haber levantado ampollas, digo que la Iglesia católica no ha sido, es ni será una ONG, una asociación, un partido político ni nada que se le parezca, por ser un cuerpo místico instituido por Cristo como cabeza del mismo que monopoliza la interpretación doctrinal de la fe que practica. Sobran comentarios acerca de su falta de democratización y adecuación a las circunstancias de la sociedad civil. Por cuanto antecede, en virtud del artículo 16 de la Constitución española, se consagran las libertades fundamentales de ideología, religión y de culto incluyendo sus manifestaciones, instando a los poderes públicos a tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española manteniendo con aquellas la cooperación que sea oportuna. Asimismo, el artículo 20 invita a difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante palabras, escritos u otro medio de reproducción. Hartos ya de proclamar la tolerancia como carta de naturaleza de una sociedad civilizada, seamos capaces de tolerar también las opiniones vertidas por los obispos en su afán apostólico no confundiendo a la opinión pública con agresiones inapropiadas. -- Vicente Franco. (Zaragoza) M