Me parece que muchas de las críticas dirigidas al nuevo campo de fútbol son exageradas. No es muy difícil entender que tal y como dejaron las arcas municipales los ediles del PP y del PAR son necesarias soluciones para realizar el proyecto, ya que nadie quiere que suban los impuestos, una solución es, por ejemplo, el edificio de cuarenta plantas que, además, vendría bien a la ciudad. En cuanto al emplazamiento elegido creo que es el más acertado especialmente por su mayor cercanía, a la mayoría de la ciudad, que en Valdespartera. Y es que la saturación de tráfico que vive el entorno de la Romareda en particular y Zaragoza en general se reducirá notablemente con las futuras líneas de tranvía o de metro ligero.

La única laguna es la capacidad, que no permitirá acoger finales de competiciones europeas; pero un estadio medio vacío da muy mala imagen, y es difícil que la Romareda se llenase con 50.000 localidades todos los domingos. Me convence la propuesta aunque los socios no podamos entrar durante algún partido al estadio por las obras. Porque es poco inteligente negarse a una obra que podremos disfrutar muchas temporadas por perdernos unas pocas jornadas. -- Javier Martínez Aznar. (Zaragoza)C