Desde estas líneas, con la impotencia entre las manos y las lágrimas en los ojos por tanto sufrimiento infringido, quiero expresar al menos el orgullo que siento de mi país y en especial del pueblo de Madrid. En estos momentos tan duros que nos está tocando vivir, reconforta poder comprobar la humanidad de la buena gente. Desde el día 11 afloran en mí sentimientos de rabia, pero también de admiración y un profundo respeto hacia todos, victimas del terrorismo. Pero es ahora cuando he podido constatar sin que medie comentario alguno, salvo las imágenes de la televisión, el correcto comportamiento y el sufrimiento de la familia real española junto a su pueblo. Su humanidad y cercanía nos ayuda a todos, aunque por desgracia no nos alivia del daño sufrido.

Desde ese día cuesta levantarse y continuar con la tarea al comprobar lo vulnerables que somos, pero sin duda viendo lo que he visto tras el sufrimiento es lo que me permite seguir tirando.

Gracias al pueblo de Madrid, por vuestro ejemplo. Gracias a la Corona y Familia Real por ayudar con vuestra proximidad y en especial por la sincera humanidad expresada. -- Miguel Rivera. (Zaragoza) M