Las quejas contra la telebasura y la radiobasura no son nuevas, pero cada vez están adquiriendo más fuerza y eficacia en países como Estados Unidos.

Se estaba viendo, y cada vez más rápido, que las cadenas televisivas especialmente, no tienen tanta audiencia.

Hay que empezar a poner coto al mal gusto. ¿Por qué no ponemos programas más bonitos, educativos y agradables? Mi idea y la de mucha otra gente, es que ya no trabajamos por un mundo mejor, por la belleza de las cosas. Todas las personas y los presentadores de la pantalla, son un auténtico hazmerreír. Los medios responden así a la indignación del público.

También es verdad que ahora hay menos libertad y más libertinaje, como pasa en los colegios y en todo en general, pero éste ya sería otro tema.

--Carmen Bardají Vidal. Barbastro (Huesca)C