He pasado unos días en La Cartuja Baja y he tenido una experiencia realmente impresionante, en una visita casi fortuita a la Cartuja de la Concepción o también llamada Cartuja Baja de Zaragoza, donde nos atendió con especial cariño el párroco, Goyo para los amigos; por un lado la vivencia que tuve fue como ya he dicho impresionante, pues no te esperas encontrar una iglesia barroca de una gran influencia italianizante, tanto en su decoración de frescos y yeserías como en su imponente concepción espacial. La vivencia fue enriqueciéndose a medida que contemplaba los despojos del que fuera el retablo mayor o el Sancta Sanctorum con su cúpula de una exuberante decoración. No se si esta vivencia fue algo exagerada por tratarse de una cartuja. Aunque por desgracia esta vivencia tiene un tinte negativo al poder observar el mal estado en que se encuentra, el cual, además de haber sufrido la invasión napoleónica, la tristemente famosa Desamortización de Mendizábal, parece ahora estar sumido en la desidia de los responsables políticos de Aragón. Creo sin duda que esta joya del arte aragonés debería ser recuperada manteniendo su funcionalidad litúrgica e incorporándola en el recorrido turístico de la ciudad. --Jesús Porres. (Sevilla)M