Parecería que los devastadores efectos del natural movimiento de placas tectónicas localizado en el sudeste asiático tuvieran una trascendencia añadida porque entre las decenas de miles de muertos y damnificados habría unas decenas de turistas.

Informan que los principales destinos turísticos de la zona, ahora en temporada alta, no han sido afectados, porque el pánico es siempre mal aliado de la economía, al fin y al cabo lo que efectivamente importa, aunque aún no han podido ser cuantificadas las repercusiones de tamaña catástrofe en los mercados bursátiles internacionales.

A pesar del tiempo transcurrido, no podemos quitarnos de la cabeza que aquellas tierras, y sus habitantes, ya no son colonias europeas, aunque las sigamos tratando, consciente o inconscientemente, igual.

--José María Ballestín. (Zaragoza)M