Nací y sigo viviendo en el barrio rural de Miralbueno, y estos días estoy viendo como mi tranquilo y rutinario barrio está apareciendo en los medios de comunicación locales, por el cese del alcalde pedáneo José Luis Castillo, elegido democráticamente por los vecinos tantas veces como se ha sometido a una consulta popular. No es mi intención entrar en cuestiones políticas, sino en lo que me quiero centrar es en la forma en que ha sido cesado, creo que sinceramente de la forma más ruin y mezquina que se puede usar en política, por decreto llevado por la propia policía de la Alcaldía a su propio domicilio particular, como en tiempos de Franco, alegando indisciplina y esto lo hace su propio partido el de buen talante y sonrisas. En mi opinión no se debe cesar por decreto a un representante vecinal, elegido por los vecinos, los Sres. Belloch y Becerril se han pasado tres pueblos que dicen ahora los jóvenes.

Si su representante no hacía una buena gestión en la Junta, están las mociones de censura o una nueva consulta popular, pero nunca los decretazos y encima nos dice el Sr. teniente de alcalde, que de consulta más adelante, que ya está él de presidente de Junta. --J.A.M. (Zaragoza)C