Siento vergüenza cuando veo cómo se pretende desprestigiar a Aznar por parte del Gobierno. La misma vergüenza que siento cuando se hace mofa del presidente Zapatero desde el partido de la oposición. Y siento tristeza cuando veo la inmadurez democrática de estos dos partidos mayoritarios, que tienen una incapacidad endémica de gobernar o hacer oposición sin darse mutuamente la espalda. Aznar fue mi presidente y ahora lo es Zapatero, y aunque no sea mi opción política, es el presidente de todos los españoles, como lo fue González o Suárez. La ausencia de una verdadera política de Estado sobredimensiona la capacidad decisoria de unas minorías que lejos de su simple derecho a ser respetadas, pasan a ser los auténticos poderes fácticos de la Nación. Ni Ibarretxe ni Carod-Rovira son los culpables del enorme poder que se les ha concedido, muy superior al que les correspondería por número de votos. El verdadero problema de España es la incapacidad de los dos partidos mayoritarios de respetar los millones de votos que tiene el contrario y que puede a llegar a producir la verdadera división del Estado.

--José Carlos Martín (Zaragoza)C