Don Agustín García Gascó, Arzobispo de Valencia, habló el pasado 9 de julio sobre la solidaridad cristiana y que el agua en un bien divino. No hace falta decir que disertaba sobre el Trasvase del Ebro. Debo indicarle que la solidaridad podrá ser cristiana, pero es, ante todo, social. Y como de estas cosas vuestra Ilustrísima, sabe mucho, sabrá también de la solidaridad de los ricos a favor de los pobres. No esperará que Teruel sea solidaria con Valencia. Usted mismo indica que los regadíos en Valencia no han faltado nunca, y sus canalizaciones y acequias trazadas por los árabes prueban que han tenido agua abundante durante muchos siglos. El que, perentoriamente desearan el trasvase en estos recientes años, se debe comprender que el agua puede necesitarse para urbanismos turísticos y campos de golf. Para ello no hace falta mil y pico kilómetros de tuberías gigantescas y que toda Europa mire con estupor tan descabellada obra faraónica. Y nada más sobre solidaridad de la que tanto habla y tanto debe saber, cuando sin nombrarlo, tilda a Aragón como insolidario. Y le digo que Aragón ha sido siempre solidario con regiones más pobres que ella, pero no precisamente con la zona levantina que ha sido favorecida por los Gobiernos y por la Europa comunitaria. --José M. Aranda Martín. (Zaragoza)C