Yo sólo vivo en Zaragoza de lunes a viernes, pero aun así considero que tengo que implicarme en la defensa de los derechos cívicos. Porque no me gustan algunas cosas que estoy viendo. Por ejemplo que unos neonazis puedan concentrarse en el Paraninfo, lucir sus tristes enseñas, y después apalear impunemente a la víctima de turno. Yo no sé si la Policía los vigila en corto, pero al menos podían aplicarles la misma "intimidación" --a base de antidisturbios y abundantes furgonetas aparcadas en paralelo-- que acostumbran a desplegar cada vez que los pacíficos colectivos ciudadanos nos manifestamos contra la guerra y la ocupación en Irak. Tampoco me gusta que Máximo Valmorin (el del Negrito zumbón) tuviera que tomar finalmente la decisión de abandonar esta ciudad (¿en qué actuaciones concretas de los cuerpos y fuerzas de seguridad se materializaron las promesas del señor delegado del Gobierno en Aragón?). Y muchísimo menos me gusta ver como cada día abunda mIs la insolidaridad (particularmente, como ciclista, la de los conductores "agresivos", que en caso de atropello preferirán darse a la fuga antes que comerse un "marrón"). Maldita sea. --Fernando Gaudo. (Zaragoza) M