EDUCACION

Raúl

***Junta de la APA San Roque

***María de Huerva (Zaragoza)

¡Ahí está Raúl! Sale con el resto de sus compañeros. Cursa 1º de educación infantil en el Centro Rural Agrupado Bajo Huerva, en María de Huerva. Es un niño alegre, es un niño que, tal como cuenta mi hija, hace alguna trastada (¡como si ella fuera un angelito). Es un niño aceptado como uno más por sus compañeros (mi hija está en su misma clase y da fe de ello): Es un niño querido por sus profesoras, por otros padres (ni qué decir tiene lo que le quieren los suyos). Es un niño que tiene el síndrome de Down.

Para Raúl, el Departamento de Educación de la DGA ha concedido un apoyo educativo de 1,5 horas semanales por parte de un PTE (profesor terapéutico educativo), pero no le imparten ninguna, aún cuando reglamentariamente deberían ser 5 veces más.

La dirección del centro ha invitado a sus padres a que no lleven a Raúl a las excursiones programadas para alumnos, circunstancia justificada por dicha dirección en la carencia de personal específico para atenderle en este tipo de actividades. De todas formas fue a la primera excursión, pero porque su madre estuvo en todo momento a la puerta de las instalaciones donde se encontraban los excursionistas, por si hacía falta.

¿Y esas frases grandilocuentes que nos venden nuestros políticos sobre la integración y la enseñanza para todos? Raúl es el exponente de una situación que se da en distintos centros educativos, situación aplicable también a niños venidos de otras tierras que se encuentran con una lengua nueva y que necesitan el mayor apoyo posible.

Nosotros, los de a pie, somos los que participamos en la construcción de esa integración que los políticos nos venden y que la Administración mina de forma manifiesta. ¿No creerán que el Departamento de Educación desconoce la situación que hemos descrito, verdad?

¡Ah, cualquiera que trate mínimamente a Raúl podrá confirmar cómo se ha notado en él, beneficiosamente, los efectos de su escolarización.

SOCIEDAD

Ni culpables ni inocentes

***Miguel Moll

***Zaragoza

En el País Vasco, militantes de Izquierda Unida se han autoinculpado en solidaridad con Javier Madrazo denunciado por sus declaraciones en referencia al silencio del Rey sobre la guerra de Irak.

En cuanto a las multas a manifestantes contra la guerra también ha habido personas que se han autoinculpado por su presencia en las mismas. Hay personas que confiesan sus preferencias sexuales (salen del armario) y otras lo confunden con una autoinculpación, pero ni en este caso ni en los otros existe ningún tipo de culpa, lo que ocurre es que existen personas aún lastradas por una cultura ultraconservadora de tiempos pasados y que tristemente siguen defendiendo algunos políticos en la actualidad.También hay personas que sus creencias religiosas les conducen a pensar que la homosexualidad es una enfermedad digna de compasión y de un tratamiento sanitario. Si a estas creencias religiosas le sumamos un matiz político conseguimos el convencimiento de que los homosexuales van a poner en peligro la estabilidad de la seguridad social con las parejas de hecho y el derecho a la adopción.

No hay telebasura que se precie sin una noticia en la que haya una implicación homosexual de sus protagonistas y como protagonista de esta carta en cuanto a mis preferencias les digo que en cuestión de sexo imaginación al poder, que no a las guerras, y que defiendo a las parejas de hecho con derecho a la adopción sin juzgar las preferencias sexuales de las personas.

Por todo ello pienso que nadie debería estar sometido por estos asuntos a un proceso sobre su culpabilidad o inocencia, simplemente tendrían que aplicarse nuestros derechos fundamentales en nombre de la libertad y la democracia.