EDUCACION

La influencia familiar

***Arturo Ramo

***Teruel

¿Qué relación hay entre el ambiente familiar y el estudio de los hijos? Para contestar a esta pregunta, los investigadores de la educación han realizado numerosos trabajos que nos pueden dar bastante luz sobre el tema. Bloom afirma que el ambiente familiar influye en el rendimiento escolar tanto como la inteligencia del estudiante.

El profesor Le Gall estudió la relación de las carencias afectivas y la conducta y motivaciones escolares. Concluyó que los chicos que han sufrido una falta de afecto en la niñez se sienten desanimados y le cuesta proponerse metas en el estudio, así como poner esfuerzo para alcanzar unos rendimientos satisfactorios.

Los hijos que han sufrido la separación y divorcio de sus padres suelen tener problemas emocionales que generan con el tiempo estados de ansiedad, depresión, inseguridad personal, desmotivación y hasta rechazo del estudio. Detrás de muchos fracasos escolares hay un problema emocional creado por la situación irregular de la familia, o por los celos entre los hermanos o por malos tratos familiares o por otras causas relacionadas con el ambiente familiar.

Bond y Breuckner demostraron que el ambiente desfavorable de la familia dificulta la corrección de las dificultades del aprendizaje. En bastantes casos las dificultades de comprensión lectora se resolvieron cuando mejoraron las condiciones de la familia.

También influye en el interés y motivación para el estudio por parte de los hijos, la actitud y los comentarios de los padres sobre su trabajo profesional.

Para que los chicos estudien mucho y bien, necesitan el ejemplo de los padres y que se cuiden en la familia aspectos como el uso de la televisión, la preparación de un lugar adecuado de estudio, el apoyo de los padres a la hora de hacer los deberes y fijar la hora de acostarse y levantarse por la mañana, entre otros factores.

CINE

Gibson ¿antisemita?

***Ignacio Ferrero

***Zaragoza

No hay remedio. No había otra respuesta posible. Basta pensar unos segundos para entender que la reacción de los judíos ante la película de Gibson sobre la Pasión de Cristo era inevitable. Frente a la muerte de Jesús sólo caben dos posturas: o reconocer que hemos participado personalmente en ese proceso mortal o pretender quedar al margen y no aceptar a Jesús ni su mensaje. Entre los que eligieron la primera opción había multitud de judíos, que en poco tiempo pasaron a llamarse cristianos, y entre los que optaron por la segunda se encontraban los que han seguido llamándose judíos, hasta la fecha. Por eso es normal que la espectacular, y muy real, presentación de la Pasión de Cristo que ha realizado Mel Gibson provoque pataleos y críticas entre los judíos de ahora, como la provocó hace dos mil años, ya que esa muerte no es una muerte más, sino la que pone en tela de juicio el sentido de su fe. Pero también el sentido de la fe de los cristianos. Por eso me extraña que la reacción de los que se dicen cristianos pero su fe se acaba en esta manifestación, no sea similar a la de los judíos, ya que no es posible que nos quedemos indiferentes. Me alegro sinceramente por la valentía de Gibson en hacer la película, por su generosidad en invertir su dinero personal (que espero recupere pronto), y confío en que el ejemplo arrastre y sean muchos los valientes que se enfrenten a estos hechos reales narrados durante dos horas de un modo extraordinario y que no pueden dejar de interpelar personalmente, a menos que seamos de piedra.

Fe de erratasRafael Ordóñez, socio de honor de la Hermandad de la Real Sociedad Fotográfica de Zaragoza, no es concejal de Cultura como por error se decía en la edición de ayer.