SANIDAD

Insolidaridad

***Pablo Marco Sancho

***Zaragoza

Con rabia contenida llego a casa para denunciar un hecho plagado de insolidaridad, falta de humanidad y desafío a las más elementales obligaciones de urbanidad social hacia el desvalido y accidentado.

El pasado día 3, sobre las 11.30 horas, una señora de unos 70 años cae desvanecida en la acera en el número 50 del Paseo Sagasta, es atendida en el suelo por varias personas entre las que me encuentro. Con la mirada fija, tumbada en el suelo y durante mucho tiempo, hasta cinco personas acuden al Centro de Salud José Ramón Muñoz Fernández a pedir ayuda, en el número 52. Al no acudir nadie indico llamen al 112 por teléfono móvil.

Han pasado quince minutos o más, llega un celador diciendo que no puede hacer nada si no se lo mandan.

Empieza a gotear, "arrastramos" a la señora al portal para que no se moje, no la podemos levantar, se queja. Nadie sale del centro. Al final llega la ambulancia en el momento que salen dos personas con bata blanca (a buena hora), se la llevan en la ambulancia cuando se debía haber atendido en el centro veinte minutos antes. Son las 11.50 horas.

Intolerable el comportamiento de dicho centro estando a 25 metros y tener que estar tumbada en el suelo más de veinte minutos.

CIUDAD

Museo del Ferrocarril

***Santiago García Calvo

***Zaragoza

Dentro del aprobado proyecto para la estación del AVE en Zaragoza-Delicias figuraba el Museo Ferroviario de Aragón, situado junto a la propia estación, a cuyo edidificio le daba originalidad armonizando el conjunto arquitectónico.

Preceptivamente, el Museo fue aprobado en Consejo de Ministros y la inversión en tal capítulo a su construcción ascendió a 800 millones de las antiguas pesetas a cargo del erario público.

En su día, el museo --moderno y con visión de futuro-- contendría, además de salones y dependencias para actos, proyecciones y actividades propias de tal institución, la exposición permanente del patrimonio cultural ferroviario aragonés, obtenido paciente y laboriosamente durante más de medio siglo y guardado en precario (por la total ausencia de ayudas o subvenciones, y el esfuerzo contra vándalos --robos y destrozos-- y otras desdichas), por la AZAFT (Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías).

En este material, situado en Zaragoza y Canfranc, figuran locomotoras de vapor, eléctricas, diesel, ferrobuses, automotores y material remocaldo como coches camas y restaurante de la antigua "Compañía Internacional de Coches Camas y de los Grandes Expresos Europeos", que rodaron por Europa en el mítico tren "Oriente Expréss" y otro materiales --en verdad-- únicos, por los que suspirarían muchas entidades tanto españolas como extranjeras.

Bueno, pues los vientos que corren de incomprensión, incultura y lacras peores pretenden abortar el Museo y, al parecer, intentan construir varias torres de 14 alturas en la plaza existente entre la Avda. Navarra y la nueva estación, en cuyo subsuelo está el estacionamiento de coches de la estación.

Independientemente del cariño, esfuerzo y dedicación de tantas personas en pro del museo, no se pueden despilfarrar 800 millones de pesetas de dinero público.

Esta modesta reseña sólo aspiraría a que los aragoneses vayan teniendo conocimiento de la amenaza real que se cierne sobre el museo, precisamente ahora en que los Comisarios de la Expo 2008 podrían apreciar que tan excelente iniciativa del museo se lleva a la realidad como se prometió a la ciudadanía en su día, dando pruebas del buen hacer y demostrando la seriedad en cumplir los compromisos contraídos, lo cual podría avalar nuestra candidatura a la Expo 2008.