DEFENSA

Una verdad sin precio

***Granada Ripollés Barros

***Madrid

Con fecha del 18 de este mes su periódico publica "Defensa ofrece compensaciones por el Yak para evitar juicios". Pues bien, este titular falta a la verdad y muestra una información sesgada y poco contrastada en el desarrollo de su noticia. Como miembro de una de las cuarenta familias que integra la "Asociación familias Víctimas del Yak-42" le aseguro que nada de todo el penoso camino recorrido tendría sentido si ese titular fuese verdad. ¿Para qué tanto dolor?, ¿para qué nuestro viaje a Turquía en busca de una prueba de ADN que nos diga a quién tenemos enterrado? Alguien puede pensar que esa necesidad de verdad tiene precio. Sí, el Estado responderá patrimonialmente pero también me consta que el actual Ministerio de Defensa no sólo nos acompañó a Turquía sino también en nuestra búsqueda de saber cómo, quién y por qué dejó que el Yak trasladara a nuestros 62 como carga y quién, cómo y por qué también consintió que como carga se les enterrara. Ojalá que la próxima vez su periódico también se ponga en contacto con nuestros abogados para tener toda la información. Un titular como el que encabeza estas líneas ofende porque se parece demasiado a lo que el Ministerio del señor Trillo siempre quiso dar a entender a la sociedad. Que nos movíamos por dinero y que estábamos politizados. El tiempo y la justicia pondrán las cosas y a las personas en su sitio.

TIEMPO LIBRE

Imagen innecesaria

***María Torrecilla

***Zaragoza

De todos es conocido el buen trabajo que hacen muchos creativos de publicidad, aunque haya ocasiones en que tenga que intervenir la Comisión Asesora de Publicidad para mejorar la calidad publicitaria cuando un anuncio hiere la sensibilidad de un colectivo, o vulnera derechos esenciales. Se ha iniciado una campaña sobre un producto de la empresa, Fanta que se emite en televisión. La Campaña de Fanta invita a los jóvenes a participar en un concurso de viajes, utiliza a un joven, que parece ser una caricatura de un scout. Este joven propone ir a un campamento de verano y su idea es rechazada por los amigos del anuncio. Es precisamente el uso que en la publicidad se hace de la figura de este joven el que ha causado un enorme malestar en numerosas personas que son o han sido scout así como en las familias cuyos hijos e hijas forman parte de esta organización que en España superan la cifra de 75.000. Ni el joven que aparece tiene nada que ver con lo que es un scout actual, ni los campamentos de verano, en los cuáles confían numerosas familias españolas y de el mundo, son una actividad lamentable como parece hacernos ver el mundo mágico de Fanta. El joven del anuncio parece una caricatura fruto del más profundo desconocimiento acerca de la realidad del movimiento scout en la actualidad, un movimiento de carácter educativo que además de sostener desde el voluntariado una oferta continuada de actividades lúdico-formativas para la población infantil y juvenil española, eso sí, utiliza los campamentos de verano, como una herramienta al servicio de esa educación no formal y como escenario natural donde se favorecen programas cimentados en la educación para la salud, la integración social, la igualdad de oportunidades, el consumo responsable, la educación medioambiental y la promoción de la calidad de vida infantil, el fomento de la participación infantil y juvenil... y, la educación en valores éticos, cívicos y democráticos. Entendemos que la imagen que aporta el anuncio, es innecesaria para "vender" un producto, perjudica y vulnera los derechos de los jóvenes. Tal vez haya que hacer un ejercicio de responsabilidad publicitaria para que en los anuncios se vendan los productos por sí mismos y no se utilicen estereotipos ni se denigren imágenes de personas o colectivos con fines comerciales.