ESTADO

Constitución europea

***Raúl César Ariza

***Zaragoza

La futura Constitución europea, con la que los ciudadanos de la UE nos vamos a encontrar, es, ni más ni menos, la institucionalización de un modelo de sociedad que pliega todos sus deseos de protección hacia los colectivos más desfavorecidos, en aras de conseguir una autopista para la libre circulación de capitales y para la privatización de los pocos servicios públicos que quedan todavía sin privatizar. Que se cree con una prioridad total la Agencia Europea del Armamento, con una aportación desmesurada del PIB, no es el mejor camino para conseguir un mundo en paz. Mientras los partidos políticos mayoritarios se frotan las manos ante las expectativas de negocio que se les brindan, surgen en la mente de los ciudadanos de bien la duda de saber si esta vez nos van a preguntar en las urnas qué es lo que queremos. Desgraciadamente es muy posible que estemos cerca de la primera gran mentira del presidente Rodríguez Zapatero. En campaña electoral prometió someterla a votación, pero tal vez ahora haya recordado el lema de una campaña que inició un compañero suyo de partido, el señor Felipe González Márquez. "OTAN de entrada no".

Ya que no podemos elegir al jefe del Estado español, dejénnos, al menos, elegir el modelo de Estado europeo que deseamos.

CIUDAD

Maniobras dilatorias

***Julio Calvo Iglesias

***Zaragoza

Creo que no soy el único zaragozano que interpretó en su momento en clave política, más que conservacionista, las maniobras dilatorias con las que se quiso entorpecer la entrada en funcionamiento del Tercer Cinturón --con la excusa del muro del Canal Imperial-- y la construcción del aparcamiento subterráneo en el Paseo de la Independencia --con la excusa de los cimientos del barrio musulmán.

Hubo opiniones para todos los gustos, y entre ellas las de quienes argumentaban que ambas construcciones, muro del Canal y cimientos musulmanes, tenían un muy escaso valor arqueológico, que en el caso de las ruinas quedaba colmado con su estudio intensivo, y ninguno arquitectónico o monumental. El muro del Canal, ostensible y patente durante siglos, nunca ha figurado en ningún listado de monumentos de Zaragoza. Ya escribí no hace mucho que esos dos, Tercer Cinturón y aparcamiento frustrado en el Paseo de la Independencia, habían sido los únicos intentos de aportar soluciones reales a los problemas del tráfico zaragozano. Excluiremos las obras del Cuarto Cinturón puesto que dan solución al tráfico perimetral y no urbano --aunque se ha notado la disminución de camiones en Vía Hispanidad--. No ha habido más en mucho tiempo, salvo las obras de carácter disuasorio para limitar más aún la superficie útil al tráfico, eliminando carriles y ampliando aceras.

Observen la total ausencia de actuaciones, que quizás sea sólo aparente --aunque no lo parece-- en el entorno de la Intermodal, en su rotonda de entrada, en el inmenso solar del Portillo, en el Puente del Tercer Milenio... Pero para argumentar el carácter dilatorio con que se emplearon aquellos dos restos arqueológicos que yo citaba, recomiendo visitar el coronamiento del muro del Canal, allí por donde discurría el cauce, ahora abandonado y lleno de suciedad y maleza.

Parece que el interés conservacionista se enfrió pronto, una vez conseguido el propósito de retrasar la puesta en funcionamiento de aquellas obras, y vendido como un éxito ciudadano el mantenimiento de un simple muro de cal y canto. Eso era todo, por lo que se ve.

Nota aclaratoria

En el suplemento que publicamos ayer jueves dedicado al complejo hostelero El Portal del Moncayo, se publicaron por error en la página 27 dos fotografías que pertenecen a Bodegas Enate.