PUEBLOS

Agradecimientos tras la Calcenada

Participé en la III Calcenada y con el eco de las agujetas de los ciento cuatro kilómetros del recorrido, quiero dar las gracias a cuantos contribuyeron a la organización y al desarrollo de esta marcha.

Las constantes muestras de simpatía y atención que los voluntarios mostraron en todos los avituallamientos, el ánimo que transmitían, el espíritu de servicio con que repetidamente nos preguntaban si nos encontrábamos bien, si necesitábamos algo, merecen un reconocimiento. Personalmente, me sentí inmejorablemente respaldada y a la satisfacción de haber cubierto el bello itinerario de la Calcenada, se une la de haber conocido a estas personas. Sin su trabajo desinteresado --trabajo que comenzó meses antes con reuniones para planificar horarios, administrar lo económico, repartir tareas...--, una actividad de tan largo trazado y con veinticuatro horas --o más-- de duración, no hubiera sido posible. Marcar el itinerario, tener a punto mochilas, agua y alimento para casi quinientos participantes, recoger basuras y atender las incidencias que surgieran, no es tarea fácil. Si a este esfuerzo añadimos la cordialidad con que en todo momento fuimos atendidos, el resultado es excelente. Felicitaciones sinceras al pueblo de Calcena y a todos los núcleos de tierras aragonesas y castellanas que se sienten unidos apoyando ese abrazo al Moncayo que a pie, en bicicleta o a caballo, es la Calcenada y que gracias al calor de sus gentes y de los voluntarios es una realidad muy superior a un simple evento deportivo. María Victoria Trigo. Zaragoza.

AYUNTAMIENTO

Justos por pecadores

No entiendo muy bien la forma de cuadrar las cuentas que tienen en nuestro Ayuntamiento, cuando por un lado dicen que ha dejado tres millones y pico sin cobrar por tasas, impuestos y multas y, por otro, anuncia que cada zaragozano pagará 50 euros más por la subida del IBI, del agua y la basura. Con este sistema cualquiera puede equilibrar el desfase financiero de las cifras rojas, sin necesitar pedir más créditos cuyos intereses aumentarían la deuda. También es un buen recurso aplazar el pago de facturas pendientes por 54 millones durante un par de meses, reservando los ingresos para atender las nóminas del personal. Si la cosa da resultado, como las Cuentas del Gran Capitán, será como para creer que Nuestra Señora del Pilar ha hecho un milagro en las arcas de su endeudado vecino. Esteban Trigo. Zaragoza.