RELIGION

Juan Pablo II

La visita de Juan Pablo II a Lourdes, como un enfermo más, confirma su debilidad física. Nos encontramos en la recta final de su Pontificado. En los últimos diez años se han hecho muchas consideraciones sobre su salud, desde listas de posibles sucesores hasta plantear la conveniencia de su renuncia. Sin juzgar los motivos que animan tales valoraciones, creo que es posible hacer una lectura positiva de estos últimos años de la vida del Papa. Una de las figuras más relevantes de la historia del siglo XX, pieza clave en la caída de los regímenes comunistas, que ha puesto en práctica muchas de las ideas del último concilio, el Papa viajero, capaz de hacerse oír ante la gente joven, está débil, sufriendo los achaques propios de su edad y del trabajo. El Papa es un anciano, pero abraza su misión con valentía y la lucidez mental que todavía posee. Es una etapa vital en la que parece que lo propio es tirar la toalla, dejarse morir, no esperar nada más de la vida y pensar que no se puede aportar nada a los que nos rodean, sólo ser un estorbo que da trabajo. Juan Pablo II es un ejemplo de capacidad de darse a los demás, de fortaleza, de sentirse joven en un cuerpo viejo, de fidelidad a su misión hasta el final, de saberse útil pero no imprescindible. Creo que se ha convertido en un ejemplo para nuestros mayores que nos interpela sobre la dignidad de la ancianidad, colofón de toda una vida, y que nos invita a dar sentido a una etapa que a veces denostamos y no prestamos atención. J. M. Ramón. Zaragoza.

PUEBLOS

Fiestas populares

Cada año por estas fechas siento verguenza ajena, con lo que considero "aberración popular", las fiestas de nuestros pueblos publicitan sus costumbres populares: la caza del cochinillo, toro embolado, vaquillas..., o sea diversión a costa del sufrido animal; y yo me pregunto si no hay una forma más sana, en vez de agredirlos, de respetarlos, y para eso existe una Ley de protección animal en Aragón, aunque su aplicación sea un tanto aleatoria. Al igual que evolucionamos en todos los ámbitos de nuestra existencia, se debería dar un paso adelante y generar diversión por otros medios menos retrógrados; antes no era costumbre que las mujeres trabajasen, se quedaban en casa cuidando a la prole y hoy afortunadamente pueden elegir, la mujer tiene libertad, pues igual con esas fiestas populares, hay que mirar hacia adelante y educar en el respeto a los animales, hacer una sociedad más moderna en este aspecto, el sufrimiento de un animal nunca debería ser motivo de diversión... Patricia Gericó. Zaragoza.