FELICITACION

A esos valientes

***Ana Cristina Barredo

***Zaragoza

Hoy quiero dedicar mi felicitación navideña a alguien que se lo merece de verdad. No nos paramos a pensar muy a menudo en aquellas personas que habiendo dedicado la mayor parte de su vida al cuidado y atención de sus hijos, hoy han de "hipotecar" su presente y su futuro en la atención a sus mayores.

Sí, hablo de los cuidadores, de hijos, de hijas, de nueras, de sobrinos de nietas y de todo tipo de rango familiar que une a estos héroes con sus ancianos.

Día tras día, en su casa o en su residencia, con su sano juicio o con su alzheimer, con sus cansadas piernas o con sus sillas de ruedas, allí les tienen, al pie del cañón, sin pedir nada a cambio.

Unos, como resignados acompañantes ante la imposibilidad de poder cuidar por sí mismos de sus padres; otros agotando la mecha de su salud y de su capacidad antes de decidir y reconocer que son insuficientes los medios con los que cuentan para poder cuidar de sus mayores en casa.

Mi felicitación es extensiva a todos ellos, por su coraje, por su fuerza, por su ánimo y por su valor.

Y no olvidemos que mañana seremos nosotros los ancianos, y que según reza un sabio refrán español, "-de lo que siembres hoy, recogerás mañana-".

INTEGRACION

Un reto de la Expo

***Sigfrido Roche

***Zaragoza

He tratado el último mes a un emigrante que ha dejado la lejanía americana para buscarse la vida en España. Atrás quedaron sus montañas, sus ancestros indios, su mujer y sus dos hijos. Aquí ha encontrado el nomadismo, el realquiler, la explotación laboral, la acción de las mafias. Pero él no ha perdido su sonrisa --no exenta de cierta amargura-- su simplicidad cariñosa y su espíritu de trabajo. Para mí un hombre cabal, cuya ilusión es ahorrar unos euros para enviárselos rápido a su familia. Que siga en la ilegalidad es una injusticia. El ha venido porque intuía que en España podría realizar el derecho de todo ser humano a la vida, a la libertad y a la felicidad

Cáritas informa en el estudio publicado estos días que la mitad de sus asistidos son inmigrantes. Seguro que, entre el 53 % de esos asistidos que está en paro, los inmigrantes ocupan un lugar destacado. Y es posible que gran parte de los inmigrantes sean sólo parados oficiales, porque su trabajo no está avalado por un contrato. Aún con contrato, realizan las tareas más penosas o reciben salarios inferiores. Nada de ello responde a una conciencia social de la vida. Si se ha globalizado el capital, ellos acuden a donde hay trabajo y la Europa cristiana, que los necesita para su desarrollo creciente, les paga con la explotación más dura. La situación en España es más lacerante porque el Estado dedica un 20 % de su presupuesto en gasto social frente al 27 europeo.

Estamos ya inmersos en el frenesí navideño de la opulencia. Giramos ya en el torbellino del proyecto Expo. Nuevos emigrantes acudirán a la llamada de las inversiones para su realización. La urgencia de las obras previstas precipitará la presencia de las subcontratas. Para que la Expo no amplíe la sima de la marginación, que se programen no solo la Milla Digital o el barrio para participantes en la Expo, sino también alojamientos para trabajadores. Que con dinero público no se paguen salarios injustos. Que nuestros barrios más degradados no tengan que soportar más población inmigrante.

Un pacto político por la Expo sí, pero "un pacto también en Acción Social para que la Expo sea de integración y no de exclusión". "El gran reto es evitar que la Expo profundice en la discriminación". Para superar ese reto todos hemos de ser voluntarios. Y nuestros gobernantes serán los responsables de ese posible efecto colateral.