ENSEÑANZA

Solidez en lo privado

***Emiliano Quílez Roche

***Zaragoza

En las informaciones sobre la rentrée escolar de este año, la prensa francesa destaca la solidez del sector privado. Se ocuparán prácticamente todas las plazas disponibles de primaria y secundaria especialmente en las grandes ciudades (París, Nantes, Montpellier, Marsella, Lyon). Según Le Monde, las huelgas de profesores del curso pasado han provocado el aumento de peticiones de inscripción en las escuelas privadas. Además, los padres están cada vez más prevenidos contra la violencia y el fracaso escolar aparte del temor a que se reproduzca el activismo sindical de la pasada primavera. Más que un efecto coyuntural, parece reflejar una tendencia de fondo.

En 2002, según las estadísticas oficiales, 56.000 alumnos pasaron de un centro estatal a uno privado bajo contrato (sostenido con fondos públicos), al comenzar la secundaria, mientras que sólo 23.000 hacían lo contrario. La escuela católica no pudo admitir entonces a unos 20.000 alumnos, que estaban en lista de espera. Como explica la directora de una escuela de París, no tiene plazas libres desde enero de 2003. A juicio del secretario nacional de la enseñanza católica, Paul Malartre, se trata de un fenómeno creciente den los últimos tres años que refleja la superación de viejos clichés.

Así lo afirma también la tesis del sociólogo Fra§ois Dubet, ferviente partidario de la escuela pública, que lamenta que su debilidad fortalezca a la escuela privada: "Las familias se comportan más como consumidores exigentes, que en función de criterios ideológicos". En cierto modo, lo reconoce en La Croix el responsable diocesano de Lyon, cuando alude a los padres que reclaman sus derechos si no están de acuerdo con una orientación o con que un alumno repita. Pero, además, los centros privados satisfacen mejor los deseos de seguridad, la regularidad de horarios, la disponibilidad de los profesores, o incluso, la integración de los padres en la acción educativa.

SOCIEDAD

Slogan mentiroso

***Teófilo Marco

***Zaragoza

En la televisión, radio y periódicos, se lanzan slogan, métodos y productos para estar más contentos con algo o para hacer la vida más cómoda.

¿Son ciertos estos slogan?

Decía Voltaire: "La exageración es consubstancial con el espíritu humano; tal vez en este sentido se dice en la Biblia, en libro de los Salmos: todo hombre es mentiroso".

Los medios de comunicación nos machacan a todas horas con slogan y anuncios de los mejores televisores; el mejor jabón para lavar la ropa; slogan para vestir más elegante y a la última moda; slogan para vivir casi sin trabajar; slogan para quitar el dolor; slogan para....

En este slogan todo se presenta como cosa fácil, agradable; fácil de emplear y casi gratis de adquirir.

Pero casi todos estos anuncios publicitarios, pasado algún tiempo, cesan de anunciarse o porque no dieron resultado o porque ya han pasado de moda, o porque se lanzan al mercado otros mejores.

Hay veces que lanzan un slogan para hacer la vida feliz; pero esto, o nadie se lo cree, o el que se lo cree, al poco tiempo de usarlo se convence de que le han estafado.

Bien dijo el clásico: "que no hay tan diestra mentira, que no se venga a saber".

Es cierto que los anuncios, la propaganda es muy necesaria para la venta de los productos fabricados. Opino que esa propaganda debe ser bonita y no chabacana; que no hiera los sentimientos de nadie; y sobre todo que sea sincera, cierto lo que nos ofrecen.

Ya en su tiempo Cervantes escribía:

"Si quieres que tus negocios en feliz punto paren, lleva, y esto te aconsejo, siempre la verdad delante".