Los medios de comunicación (o al menos la mayoría de ellos) estarían cuidando con delicadeza esa supuesta cualidad que es la hipocresía, y aprovechando los más bajos instintos de la gente se dedicarían a divulgar habitualmente insinuaciones calumniosas o incluso a violar sistemáticamente las fronteras de la intimidad. La frase es textual del todavía ministro de Fomento Francisco Alvarez Cascos y fue lanzada como una especie de carga de profundidad dialéctica al mismo tiempo que el otrora hombre fuerte del PP anunciaba que no se presentará a las próximas elecciones.

¿De qué se queja exactamente Cascos? ¿De las imágenes en las que aparece con su nueva novia? ¿De las informaciones sobre la millonaria compra de cuadros que hizo su ministerio en la galería que dirige la susodicha señora? ¿Qué calumnias?, ¿que violación de su intimidad denuncia el ministro? Pero todavía se me ocurre otro enfoque del tema: si adjudicamos la razón a las quejas airadas de este político en horas semi-bajas, ¿dónde deberíamos situar el área de intangibilidad que proteja a los personajes públicos de cualquier información no deseada por ellos?

Esta especie de crisis conceptual respecto a los políticos y su intimidad se produce ahora por dos motivos: el primero y principal, porque el PP está acostumbrado a recibir de la mayor parte de los medios un trato que oscila entre la pleitesía y un cuidadoso respeto; el segundo, porque tras ocho años tocando mucho poder institucional también a los populares se les van notando los deslices. Grandes o pequeños, pero deslices.

Cascos no puede quejarse de gran cosa, al menos en lo que se refiere a los medios generalistas que comúnmente denominamos serios . Las imágenes de sus escapadas en compañía de María Porto fueron tomadas sin recurrir a malas artes y resultan razonables, informativamente hablando, en cuanto se refieren a una figura de obvias dimensiones públicas. Habría que analizar también si es o no materia opinable la peculiar trayectoria amorosa de quien pertenece a un partido confesional y a un Gobierno que ha llevado a las escuelas españolas libros de texto en los que el divorcio es descrito como un pecado . En cuanto a la compra de los cuadros (por cantidades no desdeñables en absoluto) es un dato significativo, de interés general y ante el cual solo cabría por parte del interesado o desmentirlo (cosa que no ha hecho) o explicarlo.

El mecanismo legal que protege la intimidad de las personas no se podría aplicar al fogoso titular de Fomento. Hace años los tribunales valoraban dicha intimidad colocándola como derecho individual incluso por encima del exceptio veritas , mas luego el Supremo ha dejado sentado que, tratándose de noticias veraces relativas a figuras relevantes de gran proyección social, el derecho a la libertad de expresión e información prevalece por encima de todo. Este es el caso.

Como podrían serlo otros (casos) más. En sordina pero con insistencia, los medios más independientes no dejan de contar extrañas situaciones en las que altos o medios cargos públicos pertenecientes al PP aparecen bajo perspectivas poco halagüeñas , ni más ni menos que como hace unos diez años aparecían otros cargos del PSOE.

Quienes ya estuvimos entonces en medios críticos (o por lo menos que aún lo eran) hemos interiorizado el riesgo de algunos excesos informativos que acabaron por dinamitar la presunción de inocencia. Por eso mismo, al recordar la sucia, politizada y falseada polvareda levantada a propósito de casos como el del Raval barcelonés o el del pub sevillano Arny , resulta más llamativo que el PP aguantase entre evasivas hasta el pasado viernes para expulsar de sus filas a un alcalde gallego ya condenado por abusar de una menor.

Es imposible no considerar pertinentes las informaciones respecto de las acusaciones concretas que penden sobre el presidente de la Diputación Provincial de Castellón o respecto del incremento vertiginoso que ha experimentado el patrimonio de dicho señor. ¿No se acreditó en el pasado el interés general de las revelaciones sobre jefes socialistas que también acumulaban chalets y otras posesiones? Si supimos el consumo de agua de la piscina que adornaba el chalet (alquilado) donde vivía Anguita en Madrid y si conocimos detalles sobre las nuevas viviendas particulares que se mandaban hacer ministros y jerifaltes del PSOE, ¿por qué no habría de interesarnos, por ejemplo, el megapisazo que se ha puesto Zaplana en la capital del reino o las dimensiones del yate que segun creo se ha comprado dicho ministro?