Fue hace cuatro años cuando el Ministerio de Defensa anunció e incluso firmó su intención de ceder 70 hectáreas de la Base aérea de Zaragoza al aeropuerto de la ciudad, que permitirían la ampliación de las instalaciones aeroportuarias. Ahora resulta que esa cesión se ha convertido por arte de magia en venta y AENA ha tenido que desembolsar casi cuatro millones de euros. Una vez más el ministerio que dirige Federico Trillo ha logrado pingües beneficios en Aragón gracias a unos terrenos que debían haber sido cedidos sin contraprestación alguna y para mejorar unos servicios importantes para la ciudad. Inaudito.