Antes de que sea inaugurada, la plaza del Portillo tendrá que ser remodelada para que los autobuses puedan circular sin necesidad de hacer maniobra. Mientras se remedia la chapuza , el bus de la línea 22 seguirá desviado y otro tanto tendrán que hacer los escolares y algunos interurbanos. Este error evidencia que alguien no tomó medidas o las tomó muy mal, cuando hizo el proyecto. Ocurre en el Portillo lo mismo que ocurrió en la calle Don Jaime, que hubo que retocarla nada más inaugurarla para que pudieran circular los camiones de bomberos. En ambos casos, curiosamente, las obras las firma la misma empresa.