Representantes de unos setenta ayuntamientos de nueve comarcas aragonesas y cuatro de Tarragona, se reunieron ayer en Alcañiz para reclamar el desdoblamiento de la N-232, desde El Burgo hasta el Mediterráneo. Sólo los alcaldes del PP se han negado a participar en este acto porque consideran que es "electoral" recordar en estas fechas las carencias en las infraestructuras de las comarcas bajoaragonesas. Los setenta ayuntamientos quieren formar una plataforma para exigir al nuevo gobierno que incluya esta vía en el Plan de Infraestructuras. Para ello, el nuevo ministro tendrá que tener planteamientos menos cerrados que los de Alvarez Cascos, quien se ha negado reiteradamente con el argumento de que esta carretera sólo soporta 7.000 vehículos diarios frente a los 10.000 que se exigen para la reconversión de la vía. El desdoblamiento de la carretera de Alcañiz es uno de esos proyectos que sólo saldrá adelante con el empeño y la unión de todos los afectados, o mediante un sistema alternativo como el que hace unos días presentó el presidente de la CREA, que propone sufragar el coste de la obra con la explotación de los suelos anexos, previamente recalificados. Una propuesta que apoyan casi todos los alcaldes de la comarca.