En su incurable contagio totalitario, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, pretende exigir pasaporte de inmunidad para entrar en Cataluña, como si fuera su país. Es de esperar que el presidente del nuestro, Pedro Sánchez, no transija, como es de esperar que no le copie la ocurrencia.

Los chinos, bajo una dictadura capitalcomunista, han dado otra vuelta de tuerca a su burocracia y control ciudadano. El brazo médico policial de Xi Jinping está limitando de tal modo la movilidad, libertad y actividad que para todo, el tren, el metro, el coche, salir a la calle, abrir la persiana, se requiere a los residentes salvoconductos y códigos, en el marco de un aparato de seguridad legislado por decreto (¿les suena?), y dotado de fuerza militar y fuertes sanciones.

Deriva autoritaria a la que no todos los países europeos escaparán y que algunos intelectuales y variopintos personajes, como el extenista ruso Marat Safin, relacionan con teorías conspiratorias. Safin, afcionado al espiritismo, cree que por encima de los gobiernos fuerzas oscuras (¿el club Bilderberg, Putin, los masones…?) están actuando para doblegar a enormes masas de población e imponer el uso de microchips, reduciéndonos a la robótica condición de personajes de Orwell.

Nuestro chip individual, implantado bajo la piel, o directamente, una vez perfeccionado, en el cerebro, facilitará cuanta información (sanitaria, profesional, política…) necesiten las fuerzas de seguridad de esos gobiernos futuros, seguramente con más locos a bordo de los que en mares de dudas derivan ahora, para recluir nuestras libertades en la antidemocrática pandemia que podría suceder al coronavirus.

Safin menciona a Bill Gates, quien, en 2015 pronosticó una pandemia vírica. El pasado febrero, en Ciudad del Cabo, jugando un dobles benéfico con Rafael Nadal, anticipó a este y a su tío Toni que el coronavirus chino derivaría en epidemia universal. ¿Pertenece Gates a los poderes oscuros? De momento, disimula bien, pues ha donado 145 millones de dólares a la OMS, en compensación a los retirados por Trump.

Con o sin conspiración, con o sin chip, ¿hay hoy, ahora, en España, libertad?