Es un clásico de la Sanidad en verano el cierre de camas en los hospitales aragoneses. Este periodo serán unas 500 (más de un 10% de las operativas) en total y con el argumentario tradicional de adaptarse a las vacaciones del personal y de los usuarios. Sin embargo, el San Jorge de Huesca no acomete cambios y es tan hospital y tan público como los otros. Hay que dotar a los hospitales de los recursos necesarios todo el año. Lo fácil es reducir servicios.