Hace 40 años se fundó el Centro Obrero de Formación (Codef) de Delicias. Al que por entonces solíamos llamar El Codef de Terminillo, porque en dicha calle estaban sus aulas. Durante estos cuatro decenios, esa entidad (de indisimulable filiación progresista) ha educado adultos, ha alfabetizado, ha dado clases de español a inmigrantes, ha apoyado a escolares de familias en dificultades, ha ayudado a jóvenes en riesgo de exclusión, ha mediado en conflictos sociales, ha dinamizado de mil maneras el barrio zaragozano donde realiza sus actividades... Por encima de todo, el Codef ha sido una muestra prodigiosa de cómo la sociedad civil puede organizarse para resolver problemas, con ayuda institucional, lógicamente, pero en base a un esfuerzo propio y a una iniciativa verdaderamente ciudadana. Algo que por desgracia no abunda en Aragón (y en el resto de España).

Acciones sociales de este tipo son habituales en otros países donde la gente, además de poner a parir a los políticos, recelar de las instituciones y quedarse en la barra del bar esperando que alguien arregle lo que va mal, es capaz de unirse para aportar soluciones. Precisamente, el absentismo de este pueblo español tan poco dado al esfuerzo común, al voluntariado y a la organización, es lo que desequilibra nuestra democracia y dificulta la participación. Los partidos políticos (que tampoco van sobrados de militantes) actúan como instrumentos casi únicos, no solo para gestionar la cosa pública sino para cualquier cosa que requiera un compromiso colectivo. Todos nos quejamos de la evidente partitocracia. Pero, a la hora de la verdad, cada cual se ocupa como mucho de ir a votar... y luego, a esperar que los elegidos hagan maravillas.

El Codef de Delicias ya no está en Terminillo, sino en sus nuevos locales de la calle San Roque (digo nuevos aunque se inauguraron en 2010, pero como aún colea la deuda...). Ha sobrevivido al paso del tiempo, a los recortes, a las constantes dificultades económicas. Hoy, por la tarde, en el Centro Cívico de Delicias, tan extraordinario éxito se celebrará por todo lo alto. No faltaré, amigos.