Sostienen los habitualmente bien informados que una colaboradora de Juan Alberto Belloch será vicepresidenta primera del Gobierno. ¡Anda que no manda el alcalde Zaragoza! María Teresa Fernández de la Vega (no Pilar, como en determinados círculos estos días propalaban mentes confusas) ejerció de jueza durante muchos años, antes de dedicarse a la política, y en eso estaba cuando otro juez, Belloch (¡cuántos años ya al margen de la profesión y cuánta excedencia!) utilizó sus saberes y magnífico talante para introducirla en sociedad. ¿Colaboradora? No, que no, jefa de las buenas, con mando en plaza y capacidad contrastada, bien instalada en la renovación y que tal vez pudiera echarle una mano al actual alcalde zaragozano en precario, tratando de elevarlo a la presidencia de algún tribunal (no demasiado importante, porque las experiencias con gaseosa son más baratas que si interviene el champán). En las filas socialistas aragonesas se celebraría con el mejor cava de la tierra tan merecida promoción. Lo cierto es que un personaje de la inteligencia y valía de Juan Alberto está reclamando más altos designios que una pobre alcaldía de provincias.

*Profesor de Universidad