Aunque todavía no hay fecha, ya tenemos un referendo en perspectiva: el de la Constitución europea. Las urnas nos llamarán otra vez, quizá en otoño del 2005. Después de tanta convocatoria, quieren dejarnos unos meses de respiro para volver después al ataque europeo. El presidente del PP, Mariano Rajoy, ha declarado que hará campaña por el , pese a estar en desacuerdo con cómo han quedado las cosas en el reparto de poder. Dijo Rajoy que el plazo de protesta había caducado --"es el momento de mirar al futuro"-- pero después reculó y no descartó que después llegara el momento de mirar nuevamente al pasado. Debió parecerle mejor que el asunto no quedara zanjado y dejó puertas abiertas a la crítica por una negociación que ha tenido, a su juicio, un desventajoso resultado para España.

Hay personas que no saben pasar página, que siguen erre que erre con lo mismo. El peligro es rayarse, quedarse donde uno está, encerrado con los fantasmas habituales. Eso al final termina por cansar. No dejan que el tiempo se mueva y que corra el aire. Resulta aburrido pasarse la vida saldando cuentas, haciendo moviola, sacando a colación objetos del baúl de la abuela, que ya huele. Intentan volver la hoja, cuando resulta que ya no hay vuelta de hoja porque ya se ha colocado el colofón. Y ahora, a otra cosa. Ocurre como con el trasvase, que debe ser ya asunto cerrado. Pese a que algunos quieran mantener coleando el finiquitado proyecto, el remate ya está hecho.

Por lo que nos toca, también tenemos otros retos. T pies lo ha dicho siempre claro: Hay que escapar de las aguas estancadas, buscar soluciones para lo que tenemos delante y no para lo que hemos dejado atrás. Pues eso. El mapa empieza a moverse, con nuevos ejes que, en el caso del AVE, pueden consolidar nuestra cacareada posición en el mapa. También está la Expo y las plataformas y asuntos que no ocupan grandes titulares, pero nos afectan a la vida cotidiana. Existen muchos puntos negros entre tanto titular triunfal, índices, como el de la pobreza severa y media, que nos sitúan en la realidad y nos hacen mirar de otra manera hacia el presente y hacia el futuro. Ahí está por ejemplo ese 40% de familias que en Aragón confiesa tener problemas para llegar a final de mes. Muchos no alcanzan ni el día 15, y ese sí que es un problema que tenemos en las mismas narices.

*Periodista