Igual que está haciendo Berlusconi con la opción de Trieste, José Luis Rodríguez Zapatero se ha tomado muy en serio la candidatura de Zaragoza a la Expo de 2008. Lo dice la vicepresidenta del Gobierno en estas páginas, en las que no deja lugar a dudas: "El compromiso del Gobierno central con Zaragoza es total y absoluto". No se distingue Teresa Fernández de la Vega por rebozar las palabras, dice lo que quiere decir y lo hace con una claridad meridiana. Por eso suena bien su anuncio de que el Ministerio de Exteriores, en los dos meses que quedan, va a hacer viajes específicos con el fin de reforzar el trabajo que se ha hecho hasta ahora y para rentabilizar los esfuerzos que tienen que ir dirigidos a aquellos lugares concretos donde se puedan cerrar los votos con más garantía.

Es el paso final, y la diplomacia española se ha comprometido a visitar los 92 países del BIE para proponer acuerdos concretos de colaboración en asuntos tan relevantes como el agua y el desarrollo sostenible entre España y estos países. Si se moviliza la diplomacia española no es sólo para pasear un proyecto a priori interesante, sino para que ese proyecto pueda llegar a ser un punto de referencia en todo el planeta.