El rey Felipe VI dio ayer un espaldarazo a los dos parques nacionales que cumplen su primer siglo como tales: el de los Picos de Europa y el de Ordesa, en el Pirineo aragonés. Son dos maravillas de la naturaleza que ya reciben cada año a miles de visitantes, pero que con motivo del centenario, aún se van a proyectar más. Preservar estos espacios y aprovechar su tirón para crear riqueza y empleo en el territorio debe ser una tarea prioritaria para los gobernantes, implicando a los habitantes del entorno, principales valedores durante años de este patrimonio natural.