Desde el pasado 16 de marzo, la redacción de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN no está en Hernán Cortés. Está en el centro de Zaragoza, pero también está en la Magdalena, en el Arrabal, en Romareda, en el Casco Viejo, en el Príncipe Felipe, en Parque Goya y en un montón de barrios más. Hasta en Ontinar. En las casas de los trabajadores de este diario que en un tiempo récord y sin ninguna experiencia nos hemos enganchado al teletrabajo. Nuestra empresa, como la mayoría de medios informativos, ha tenido que realizar inversiones de urgencia para permitir que el trabajo de las redacciones se realice en su práctica totalidad mediante sistemas telemáticos para evitar contagios por el coronavirus. Además, la totalidad de una cadena de profesionales, desde periodistas hasta publicistas, administrativos, distribuidores y quiosqueros, han honrado --y seguimos en ello-- el compromiso de dar a conocer la realidad de cuanto sucede, no dejando espacio para los rumores y contribuyendo a difundir las directrices sanitarias y demás informaciones imprescindibles para contener la pandemia. Hoy, más que nunca, los medios de comunicación están ejerciendo un papel de servicio público de primer orden con el que se revalida su compromiso con la sociedad.

No solo el Gobierno, todo el mundo ve nuestra tarea como esencial. Es una evidencia que los ciudadanos, ante una grave emergencia como la actual, están escogiendo medios que les puedan dar buena información y teme la infinidad de bulos, falsas noticias y especulaciones que circulan por la red. Una reciente encuesta nacional aprobaba a la prensa escrita al considerar un 41,5% de los españoles preguntados que su trabajo es positivo o muy positivo y le otorgan un papel intermedio otro 33,4% de los ciudadanos. Y por contra, casi cuatro de cada diez encuestados creen que las redes sociales tienen un papel negativo o muy negativo. Si hay una lección que asimilar, pues, del coronavirus es que la información de calidad, la que demuestra tener fuentes creíbles, debe ser considerada a pleno título parte integrante de la estrategia para dar una respuesta a la emergencia. Los zaragozanos siguen acudiendo a los quioscos en busca de la prensa convencional (muchos de ellos porque antes el papel lo leían en los bares y hoy están cerrados) y de igual manera, páginas webs como la de este diario han registrado un aumento considerable de visitas, marcando EL PERIÓDICO el mes pasado un 62% más de navegadores mensuales que en febrero. España es el segundo país europeo, después de Italia, donde los periódicos digitales han registrado un boom, lo que significa que los españoles prefieren estos medios por su credibilidad antes que las redes sociales.

Pero este compromiso con la sociedad, de prolongarse en el tiempo, puede frustrar la voluntad de servicio público que guía nuestro trabajo. La paradoja reside en que cumplir con la labor de informar a los ciudadanos compromete la subsistencia de los medios de comunicación. La principal fuente de financiación que hace posible difundir noticias contrastadas y elaboradas con criterios de ese servicio público, la publicidad, se ha contraído en este mes de estado de alarma hasta más de una sexta parte de su volumen anterior. Por eso, hoy más que nunca es vital el apoyo de la ciudadanía a medios de comunicación como este.

EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, como ha hecho en estos 30 años de presencia en la sociedad aragonesa, que justamente estamos celebrando en este 2020, va a continuar con sus compromisos y sus valores a favor de la información local tan completa como precisa en este incierto periodo en el que vivimos. Queremos que nuestros lectores, leales en el papel o inquietos y entusiastas digitales, no solo estén informados, sino que puedan utilizar el medio como altavoz de sus reconocimientos, de sus críticas y de sus preocupaciones. Este periódico va a continuar apoyando el territorio y a sus gentes y quiere seguir fortaleciendo nuestros lazos hasta acabar con esta pandemia.

Son muchos nuestros lectores que nos envían mensajes de apoyo y de aliento y a todos les damos las gracias. Su lealtad y apoyo son valiosos para poder continuar con este compromiso a favor de la información local y con un gran interés público. Ahora, comprar un ejemplar nuestro en un punto de venta de la comunidad o suscribirse a nuestras ediciones es más que nunca un acto de militancia para poder seguir defendiendo nuestra misión periodística que es revalidar nuestro compromiso con la sociedad.

Cuídense y quédense en casa.

nespada@aragon.elperiodico.com