Tener el enorme privilegio que me ha concedido EL PERIÓDICO DE ARAGÓN de disponer de este espacio para comunicar mis pensamientos, mis posiciones, mis criterios sobre determinados temas había sido hasta hace un par de semanas únicamente algo que me resultaba satisfactorio, pero en estos momentos me doy cuenta que comunicar es un acto de responsabilidad enorme.

Efectivamente, no podía ser la única persona que no hablara del coronavirus en esta ciudad. ¿De dónde procede la histeria colectiva que nos está trastocando nuestro día a día? Sin duda cualquier tema de salud pública es importante, pero, ¿quién pone el acento en la gravedad que hace removerse a las sociedades hasta el punto en el que estamos? Para mi sin duda la comunicación, corrijo, la mala comunicación.

En España fallecieron casi 113.000 personas a causa del cáncer en 2018, lo que supone el 27,5% de los decesos. Para 2035 se espera que esta cifra ascienda hasta casi los 160.000. En 2019, concretamente, aparecieron 275.562 casos nuevos según cifras de la Asociación Española contra el Cáncer.

La gripe común causó 6.300 muertes en España en la última campaña, según datos del CSIC, entre los 525.300 contagios registrados. Requirieron hospitalización 35.300 pacientes.

Comparadas con estas estadísticas, la incidencia del coronavirus desde el punto de vista sanitario está siendo inferior, aunque cada mañana nos despertamos con un repunte de registros.

¿A qué responde por lo tanto la necesidad de informar permanentemente de la gravedad de la situación generando alarma social? Ya lo vimos con la gripe A, y todas esas pandemias que cada cuatro o cinco años nos tienen entretenidos. Ciertamente lo desconozco, posiblemente haya causas económicas y políticas, que no alcanzamos a conocer pero que se intuyen en la caída de bolsas, en la distracción sobre otras situaciones como las primarias en USA o los asuntos oscuros de la Casa Real.

Desde este rincón pido a los medios de comunicación que ejerzan su labor con responsabilidad y objetividad, que todo no vale para generar un «reality» que haga ganar audiencias y a las autoridades sanitarias que eduquen en salud pública a la ciudadanía, porque no hay mayor pandemia que la desinformación y la falta de educación de la población.

Echemos el resto en concienciar y combatir lo urgente que al parecer es el coronavirus pero, sobretodo, lo importante que son aquellas enfermedades que matan a miles de personas de manera permanente y dejan de estar de moda. *Socióloga