Abaratar divorcios. Cosas que puede hacer el gobierno por sus ciudadanos, darles libertades, subvencionarles los puestos de trabajo si son tan belicosos que se apoderan de los telediarios. Cosas varias, intentos, tentativas. Ir probando. Picoteando propuestas sin rozar nunca los monopolios, que hay tantos y tan variados, infinitas trabas que desmienten el liberalismo teórico. Profesiones herméticas, obligaciones de sindicación. Cada día se habla más de China, de los chinos y sus containers. Incendian los almacenes de los chinos mayoristas en Elche. Que no pagan IVA. España está llena de polígonos interminables, bazares inmensos en los que se paga a medias con IVA a medias sin IVA, furgonetas llenas de fajos de billetes para pagar medio género sin IVA. El mundo está medio sumergido, putas por las cunetas, con colchones astrosos. Containers llenos de drogas. Barcos con las bodegas atestadas de emigrantes que, a veces, naufragan. Los libros nuevos, los forros, la misma sabiduría analógica. Ya recogen la voladura de las torres gemelas, qué si no, las oleadas de emigrantes que huyen de que les corten los brazos a machetazos. Primer domingo de deberes, con deberes. Esto es lo que nos va llegando por todos los poros informativos, gente que cuenta cosas que le acaban de pasar, lo que viene asentado en los periódicos, lo que ventean las teles, las polémicas diarias, Cuba recurrente. Y siempre acabamos hablando de China, los chistes de gatos y esquelas dejan paso a polígonos enteros. El Made In. El mundo duplicándose cada dos días, un mes tarda en duplicarse un hígado, un humano entero, nos vamos replicando a solas, célula a célula, autopirateándonos frente al fulgor de las pantallas, ese mar sucedáneo. Por cualquier parte acabamos hablando de China. A China no se le suele achacar que siga siendo comunista neoliberal, o que no haya libertades, pues crece al siete o el diez por ciento desde hace años, y eso lo disculpa todo, hasta el comunismo. Lo que le achacamos a Cuba no es la falta de libertad --que también--, es que le ha fallado el modelo de negocio. Las dos cosas, juntas, son intolerables. La miseria empecinada. En China gobierna el Partido Comunista, que es neoliberal y orgánico, y ya ha dicho que la democracia, allí, no tiene futuro. Como crece sin parar, es un comunismo que da buen rollo. Comunismo neoliberal. Un hallazgo.

*Escritor y periodista.