Mientras en el núcleo de la DGA se instala la desazón por el desvío del déficit y queda en evidencia uno de los compromisos adquiridos por el actual Gobierno, en las calles de la capital aragonesa distintos colectivos mostraban su decontento con las políticas que les afectan, la mayoría por decisiones del PP. Desde los estudiantes, reivindicando la defensa de una escuela pública que ven como reduce sus recursos y las ayudas que los complementan, hasta la marea naranja, en reivindicación de un Ingreso Aragonés de Inserción para los más desfavorecidos con demoras en las concesiones de derechos y recorte en la aceptación de beneficiacios. También salieron a la calle los trabajadores de la empresa pública Sarga, por los temidos recortes y la posibilidad de privatizaciones. Como se ve, en conflicto no está solo en las Cortes.