El conflicto que mantienen abierto en el País Vasco y Asturias los empresarios de grúas podría extenderse desde mañana mismo a todo el país. Representantes del sector y de las aseguradoras se reúnen hoy con el director general de tráfico, Pere Navarro, que actuará de mediador, para intentar buscar una salida que tiene una resolución muy complicada, al menos hoy mismo. Los empresarios dicen que las compañías de seguros les pagan por cada servicio lo mismo que hace diez años y que les sale más caro trabajar que no hacer nada porque, entre otras cuestiones, también apuntan que las tarifas españolas están entre un 35 y un 40% por debajo de las del resto de países de la UE. Seguro que los profesionales tienen razón pero tampoco pueden plantearse conflictos salvajes por cuanto hay que intentar no poner en riesgo la seguridad de las carreteras y mucho menos convertir un bien privado en botín de ladrones como ya ha ocurrido en Euskadi. La intermediación de la Administración puede ser una buena salida porque a lo mejor puede mover ficha en este monopolio de precios que, de siempre, ha permitido. Pero una y otra parte deben ser conscientes de que la seguridad, y más en España, es muy importante, y este conflicto la pone en tela de juicio.