Está próximo a cerrarse un ciclo político histórico en España: el de la ruptura del bipartidismo, con la emergencia de los Ayuntamientos del Cambio; y Zaragoza fue y es uno de ellos. Gracias a esos Ayuntamientos se ha podido demostrar que era posible, además de justo y necesario, aumentar la inversión social en favor de los más desfavorecidos, al tiempo que se reducía el déficit. Portugal lo ha demostrado a nivel de estado y en España la prueba irrefutable la ofrecen hoy los Ayuntamientos del Cambio. El Gobierno de ZeC, en Zaragoza, ha conseguido, en concreto, reducir el déficit en nada menos que 126 millones, al tiempo que ha convertido a nuestra ciudad en la segunda capital española con mayor inversión social por habitante (un incremento del 40%).

Ciertamente, no todo han sido aciertos. Los desencuentros sistemáticos entre las fuerzas progresistas han llegado a niveles vergonzosos; y en ello me temo que, más allá de discrepancias políticas, han jugado su papel los egos de unos y de otros, tanto desde el orgullo del vencedor, como desde la frustración de quien esperaba gobernar y no pudo. Y lo malo es que, en medio de tanta bronca, no se han sabido explicar bien los éxitos y avances conseguidos, a pesar de todos los pesares, y en plena crisis económica.

Así las cosas, afrontamos un escenario preelectoral plagado de contradicciones e incertidumbres, en el que sería necesario promover un debate sobre los retos que debemos abordar y el modelo de ciudad que queremos conseguir. Temas como los servicios de agua y saneamiento, la movilidad o el papel del pequeño comercio en la vertebración de la ciudad, tanto en el centro como en los barrios, deberían ser motivo de un amplio debate que permita definir el programa de Zaragoza en Común.

Sirva de ejemplo el tema del agua, que ocupa buena parte de mi trabajo. En este frente, el Sr. Lambán, con el ICA, nos está ayudando a tomar conciencia sobre lo cara que sale la privatización del agua, y lo injusto que resulta hacer pagar a Zaragoza el agujero generado por ese oscuro negocio, a cambio de nada. Por otro lado, tenemos el fiasco de la Loteta, ese embalse, a la altura de Gallur, que debía asegurarnos la regulación de las aguas de calidad del río Aragón, pero que finalmente, al hacerse en territorio salobre de yesos (a pesar de las advertencias, en su día), saliniza las aguas, con lo que resultan de peor calidad que las que las del Canal Imperial en verano. Y sin embargo, se pretende que Zaragoza pague casi 100 millones de euros también por este fiasco…

A partir de este necesario debate público, que forma parte del ADN de las candidaturas que ganaron las alcaldías de Zaragoza, Madrid, Barcelona, Coruña, Santiago o Cádiz, hay que relanzar las confluencias de cara al 2019. La otra clave del ADN de estas candidaturas es la participación abierta, a la hora de elegir las futuras candidaturas.

En este campo, Posemos lanzó en su día las primarias, abiertas a la participación de decenas de miles de inscritos e inscritas, votando en la red, lo que ha permitido multiplicar la participación. Hoy todo el mundo hace primarias más o menos abiertas. En el caso de candidaturas como ZEC, Ahora Madrid o Barcelona en Comú, su compleja diversidad interna exigirá probablemente elecciones primarias en cada formación; al tiempo que negociaciones para ofrecer una propuesta a la ciudadanía; pero debería ser la gente, a través de una participación en la red, tan amplia como sea posible, quien decida en última instancia.

En 2015, con un cierto grado de arrogancia infantil, de fuerza emergente, la dirección de PODEMOS optó por un apoyo tibio a Zaragoza en Común, cuestión que yo siempre critiqué. Sin embargo, en esta ocasión Podemos va a participar directamente en la confluencia, lo cual abre un nuevo horizonte que debemos aprovechar. En esta ocasión, cara a las elecciones del 2019, tengo claro que la gente inscrita en Podemos quiere participar de forma masiva; y estoy seguro que en las demás formaciones ocurre lo mismo. Por ello debemos facilitar y garantizar la participación de todos esos inscritos, en unas y otras formaciones, para con ello levantar la ola de entusiasmo renovado que se requiere para revalidar la Alcaldía y proseguir, enmendando errores, la histórica labor iniciada hace 4 años. <b>* </b>Diputado por Zaragoza de Unidos Podemos