Nueva sesión de las comisiones de investigación del caso Plaza y de CAI en las Cortes. Los comparecientes en la primera de ellas, como representantes del consejo de administración, reconocieron que actuaron convencidos de disponer de toda la información para el desempeño de sus cargos, y todavía insisten en ello. Sin embargo, las presuntas irregularidades no las detectaron; tampoco fueron informados de cuatro auditorías encargadas por la DGA. Pertenecer a un consejo de administración de una empresa pública con esa capacidad de inversión debería exigir mayores seguridades en el control de la misma. En el caso de la CAI, responsables de las comisiones de control, de riesgos y de auditorías, también reconocieron no poder ejercer eficazmente sus funciones por la influencia de la dirección general. ¿Para qué servían los controles?