A primeros de año se tenía que haber instalado el copago de la farmacia hospitalaria --para pacientes crónicos no ingresados-- en todas las comunidades. La intención del ministerio fue rechazada por la oposición y los colectivos sociales y, lo que es más chocante, por algunas comunidades autónomas, entre ellas dos gobernadas por el PP. Aragón estaba dispuesto a aplicarla y solo era cuestión de diseñar el sistema. Pasado el tiempo parece que no lo tiene tan claro, aunque el déficit planee sobre todas las partidas. Y es que el ahorro, mínimo, quizá no compense el malestar social que genere.