Según la Fiscalía, Juan Carlos I no puede ser acusado por aquello que reveló su amiga Corinna (al excomisario

Villarejo) y por el oscuro papel que esta jugó en diversos trasiegos diplomáticos, comerciales y financieros vinculados siempre al Reino de España. Aquí, por lo visto, no cabe preguntarse si hubo o no delito por parte del anterior Jefe del Estado. Pues, aun habiéndolo, los juristas concuerdan en que el Rey, por exclusivo y constitucional derecho, es inviolable e ininputable. O sea, que puede hacer lo que le plazca cual monarca medieval. Acongojante.

Pero esta demencial situación (demencial para cualquier demócrata) permite realizar un doble salto mortal en la pista del circo político español. Porque es cosa sabida que el señor Borbón y aquella amiga suya realizaron diversas y opacas intermediaciones con Arabia Saudí. Lo cual ha convertido al estado más wahabí, islamointegrista y retrógrado del mundo en un buen cliente. Tanto que, además del AVE a la La Meca, le vamos a colocar cinco corbetas construidas por Navantia, que darán curro a miles de trabajadores en la bahía de Cádiz. Pero el otro día nuestro Gobierno, el de Sánchez, dijo que echaba para atrás una reventa a los saudíes de 400 bombas de fabricación norteamericana guiadas por láser, las que se suelen utilizar para asesinar a mujeres y niños en la horrible guerra del Yemen. Eso estuvo bien, supongo. Muy digno. Pero entonces desde Riad dieron a entender que, si no hay bombas, puede no haber corbetas y otros contratos. Por lo cual, ayer mismo, los obreros gaditanos, flor del proletariado español, se echaron a la calle a defender lo suyo: la venta de armas. Luego, nuestro Ejecutivo, a través de la ministra portavoz, dijo que bueno, que no hay nada cerrado, que lo arreglarán... Las derechas tronaban contra este desaire a los amigos (salafistas, ojo) de Su Emérita Majestad. Podemos (Echenique y Kichi) se puso de perfil. Todo quedó muy claro. En fin... Dispongámonos a decirles a las víctimas inocentes de nuestras bombas y barcos lo que los mafiosos: «No es nada personal, solo negocios». H SFlb