Vi una película que me devuelve un poco de esperanza. En Los niños del Coro (Les Choristes) , premio del público del festival CineFrancia 04, la música, la paciencia, la sensibilidad y el inmenso poder de las palabras transforman la violencia y la desolación en la que viven unos niños con mala suerte, soledad y pobreza, afectados por la ruindad y el orgullo de un hombre estúpido que hace su vida terrible y su futuro imposible. Un maestro concienzudo y esperanzado, que tiene en la música que escribe su mejor instrumento, puede con casi todo ello. Ese es el verdadero proyecto de transformación en el que invertir tiempo, dinero y esperanza, para hacer un país mas culto e igualitario de ciudadanos/as que ejercen su libertad responsable. Esa es una tarea pendiente en todo el mundo y bastante difícil si seguimos empeñados en moralinas reaccionarias para la escuela los unos, y academicismos inútiles, los otros. Enseñar y aprender unos de otros es más importante que la mera transmisión de datos que muchos estudiantes no son capaces de comprender. La cultura es un conjunto de valores, intenciones y sensibilidad para comprendernos y vivir. Y a la vista de lo que hacemos y como vivimos aún no me he creído que hayamos apostado por eso. *Periodista