La sección cultural de DKV Seguros se acaba de apuntar un éxito importante en La Lonja de Zaragoza, por cuya sala de exposiciones han pasado cerca de 40.000 personas para admirar la exposición Creadores de conciencia. 40 fotoperiodistas comprometidos. Una muestra de talento fotográfico y artístico, dada la belleza, a menudo dramática, de las imágenes expuestas, pero sobre todo una exhibición solidaria de compromiso social, actual, internacional, por parte de todos esos reporteros sin fronteras que, cámara en ristre, como nuevos quijotes, han ido reflejando la torturada realidad de cien países e intentando cambiarla.

Todos esos fotoperiodistas, entre los cuales numerosas mujeres, cuentan con biografías apasionantes, viajeras, como corresponsales de guerra, muchas veces, o como exploradores del alma humana, de las favelas, las epidemias, los rincones olvidados del mundo o los renglones equivocados de Dios, en tantas otras campañas..

En todas sus fotos, como en una panoplia universal de infamias y de horrores, pero también de ternuras y esperanzas, pudimos ver imágenes tan desgarradoras como la Víctima anónima de un bombardeo sirio (Maysun); un Emigrante subsahariano viviendo en una fábrica a las afueras de Barcelona (Mingo Venero); Rescatados en el Mediterráneo durmiendo en Golfo Azzurro (Olmo Calvo): Chalecos desechados por emigrantes en la playa de Skala Skimanas, Lesbos (Sergi Cámara); Migrantes africanos nadando hacia la lancha de Open Arms en la costa de Libia (Santi Palacios); Niña afectada por radiación en Chernóbil (Ricky Dávila) o Adulto y niño compartiendo una bolsa de pegamento en Nicaragua (Rafael Trobat), entre otras muchas fotografías testimonio...

Una exposición que ha contribuido sin duda a concienciar a muchas más personas sobre los dramas humanos que nos circundan y conciernen, a los que no podemos volver la espalda, pues son historias nuestras, parte de nosotros. Pues ese niño que muere en el Chad, esa niña que desde Eritrea sueña con ir a España no son rarezas ni excepciones de un género humano uniforme, sino hermanos, sino hijos, sino parte de nosotros mismos, a quienes tender la mano.

Una lección de periodismo, de generosidad, de solidaridad.