La DGA sigue recibiendo solicitudes de propietarios de Vivienda de Protección Oficial (VPO) para poder vender sus pisos. La falta de recursos para hacer frente a las hipotecas estaría detrás de una parte importante de estas peticiones. Con altibajos se mantiene el número de autorizaciones y falta por ver la evolución hasta final de año. El pasado, por ejemplo, se cerró con 800 de estas ventas, 700 de ellas en Zaragoza, en proporción al elevado volumen de VPO que registra su parque inmobiliario. Un rastro más de la persistencia de la crisis en el sector social más vulnerable.