Dejen los líderes del PSOE que la intendencia se encargue de recoger los platos rotos del último atentado de ETA contra la democracia. De minimis non curat praetor . Que, traducido libremente del latín, viene a decir que el jefe no se encarga de las menudencias. Tienen mayores problemas. Y además la cosa ya no tiene remedio. Se han jugado las próximas elecciones y han puesto contra las cuerdas a la propia socialdemocracia española, que se acabará yendo por el sumidero si nadie lo remedia.

El errático liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero dentro de su propio partido no es el único signo inquietante. Es peor, con mucho, su falta de visión estratégica, su incomprensión de los verdaderos problemas de España y la confusión de su discurso ideológico. Poner en segundo plano las políticas de progreso económico y seguridad, de integración y nivelación social --que históricamente constituyen el núcleo de la ideología socialdemócrata-- ha sido un error suyo que el PSOE pagará caro.

Como pagará el haberse lanzado a la pesca del voto en caladeros que le son completamente extraños a su partido y le desestabilizan territorialmente. Las sorprendentes coyundas actuales con partidos minoritarios de ideario marxista-leninista o los acuerdos con formaciones pequeño-burguesas de corte nacionalista --que son la negación misma del socialismo-- son otras de sus equivocaciones de los que el PSOE no va a salir indemne. Porque algo tiene que decir la sociedad de tantas equivocaciones.

*Periodista