Se ha contado en este diario, citando fuentes solventes, que las empresas aragonesas más tecnológicas e innovadoras no encuentran personal de alta cualificación. Faltan, al parecer, ingenieros u otros titulados superiores muy especializados, que atesoren alguna experiencia y sean bilingües o trilingües. Pero cabe suponer (al menos es lo que un servidor supone) que ese problema, ese déficit inquietante de cerebritos digitalizantes, no se debe tanto a la inexistencia de centros donde formarlos como a la inconsistencia de la industria avanzada y a lo poco atractivo de sus ofertas. Esos jóvenes formados y plurilingües están ahí, pero no aquí. Se graduaron en nuestro campus tecnológico, o en las facultades de Ciencias, sí. Sucede, sin embargo, que luego se han ido a especializarse y a desarrollar su carrera académica y profesional en Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania y otros países donde la última revolución científico-técnica ya va como un tiro y abarca múltiples actividades y sectores. Persiguen oportunidades, un desarrollo personal satisfactorio, unas expectativas que colmen su razonable ambición y, de entrada, un sueldo digno; no los mil y pocos euros al mes que les ofrecen aquí. Y como hablan idiomas...

El Washington Post, por citar un referente empresarial que conozco medio bien, ofrece a los ingenieros informáticos recien escudillados que acceden a su redacción digital más de 100.000 dólares brutos al año. Si son competentes y tienen iniciativa, esos jóvenes, a los tres o cuatro años, estarán ganando alrededor de 200.000 dólares... o se irán tentados por ofertas aún mejores.

Aragón (como casi toda España) sí prepara bien a sus jóvenes más talentosos. Luego, por desgracia... se marchan. Para atarlos, si de verdad interesan tanto, no existe otro medio que el de acabar con los sueldos miserables, con el humillante mileurismo y con la idea de que un empleo por cuenta ajena no puede ni debe sacar a nadie de la semipobreza. Con salarios bajos solo se contrata cualificación baja y se crea economía de bajo nivel. Elemental.