El cuarto y apócrifo Rey Mago, un español de León, de nombre Rodríguez Zapatero, ha partido ya con su caravana de fieles para llegar a tiempo de entregarnos sus ricos presentes. No queriendo ser el rey del puño, y sí el de el rosa, tiene ante él un desierto abrasador, según cantaría Silvio, y ha perdido el mapa de Felipe González, pero va recorriendo sus etapas a ritmo tranquilo, vivaqueando en los oasis ideológicos que le señalan las pancartas y descansando en aquellos territorios que, como la Cataluña del conde Maragall, lo han recibido con villancicos y palmas.

Para llegar al pesebre de Moncloa, donde está a punto de nacer el nuevo mesías del PP, un bebé barbado y trasvasista, el viajero peninsular deberá agasajar a las tribus de Iberia, respetar sus ríos, sus límites, aprender sus lenguas, atesorar sus arcas, pero, sobre todo, deberá convencer. Y, para ello, ha confeccionado sus Doce Tablas . La primera, la educación. El PSOE hará bilingüe la Primaria (castellano e inglés); todos los colegios tendrán Internet y un ordenador cada dos alumnos; los libros serán gratuitos; se incrementarán las becas; y el IVA de los productos culturales se reducirá al 4%.

Segunda, la sanidad. Reducción de plazos de espera; gratuidad del láser, de la atención bucodental a los jóvenes y de las operaciones de cambio de sexo.

Más promesas. Se mejorarán las pensiones (se ignora si en la ratio de Carod-Robira); se prestará asistencia a más de un millón de ancianos; se incluirá la discapacitación en la Administración en una proporción del 4%...

Más. Una ley contra la violencia de género. Equiparación laboral hombre-mujer (incluyendo listas paritarias). Discriminación positiva: en igualdad de condiciones, los puestos administrativos serán para las mujeres, hasta que éstas alcancen el 30%.

Frente a la oposición de la Iglesia (en su última y pastoral diatriba, Elías Yanes pinta a los gays como progenitores perversos), el PSOE reconocerá a los homosexuales sus derechos civiles, el matrimonio entre ellos. Los transexuales podrán rectificar registralmente su nueva condición.

Emigrantes. El PSOE unificará los permisos de residencia y trabajo, tramitándolos en 60 días. Se creará un visado de búsqueda de trabajo y la figura (¿no es maravilloso, el eufemismo?) del "trabajador invitado". Se perseguirá penalmente la explotación laboral (para lo cual, imagino, habrá que construir nuevas cárceles).

Además, el rey José Luis obsequiará a las autonomías con una agencia tributaria propia, que recaudará y liquidará todos los impuestos. Eliminará la financiación privada de los partidos políticos, sometiéndolos a auditorías anuales. Desbloqueará las listas electorales y propondrá que los alcaldes se elijan de forma directa. Reformará el Senado y elevará a obligatoria la autorización parlamentaria para cualquier intervención militar. Depurará TVE, transformará la 2 en un canal cultural y acabará con la telebasura.

Oro, incienso, mirra, pocos elefantes, un buey o dos, algunas burras y, me temo... mucho humo.

*Escritor y periodista